domingo, 13 de enero de 2013

De culinaria y afines


Uno de esos gustos descubiertos tardíamente por mí es el de cocinar. Mi mamá y mi tía siempre me dijeron que como hombre no debía depender de una mujer para que me cocinara, que cocinara por mi cuenta, que si un día me iba a vivir solo o a otra parte donde no tuviera cerca alguien que cocinara por y para mí, pues yo supiera hacerlo.

Pero tener nociones básicas de cocina no significa que a uno le guste cocinar. Si bien desde mi adolescencia sé hacerlo, fue luego cuando adquirí gusto por esto. Tal vez los orígenes este gusto se encuentren cuando en las vacaciones de la universidad mi mamá me dejaba dinero para hacer el almuerzo de mis hermanos, y entonces buscaba hacer cosas diferentes cada día, que no fuera la misma carne, los mismos fritos y nada de variedad.

A veces veía Gourmet Channel para ver nuevos platillos, para conocer otros ingredientes o, a partir de lo que los chefs preparaban, experimentar con otros sabores. Aún lo hago. A veces basta con picar unas cuantas verduras, pimentón, cebolla, habichuelas, zanahorias, tal vez jugar con los condimentos y la carne, o pensar en cómo variar una salsa que acompañe un platillo para que cocinar, lejos de ser una tediosa labor casera, se convierta en todo un placer.


miércoles, 9 de enero de 2013

Sin poder dormir


Uno de los estragos que la temporada de vacaciones parece estar quedando en mí es una incapacidad para conciliar temprano el sueño. No sé en qué desafortunado momento mi sueño perdió su rumbo y me está costando tanto quedarme dormido en mi horario habitual. Como consecuencia duermo hasta tarde y paso dormido gran parte del día lo que genera que en las noches no tenga sueño tampoco. Pequeño círculo vicioso. Algo voy a tener que hacer para que cuando entre a trabajar de nuevo, esta alteración de sueño no modifique mucho mis labores profesionales. Mientras tanto, mientras logro adaptar de nuevo mi horario, será aprovechar estas horas de insomnio para cosas productivas: leer, escribir algo en el blog, jugar LOL, ver alguna película, hacer algo. Amanecerá y veremos.

martes, 8 de enero de 2013

2013


Ya casi van 10 días de este nuevo año que parece empezar bien por esta zona (leáse mi vida). Mucho calor,  eso sí, como si el apocalipsis fuera a iniciar en Santiago de Cali con una epidemia de muertos por combustión interna. Pero eso es mejor hablarlo otro día.

Ante tantas cosas por hacer y siempre con las expectativas de lo que será y se hará en este nuevo ciclo, vale la pena replantear, como suele hacerse, ciertas actitudes, imponer rutinas y generar disciplina. No olvidar sacar tiempo para la gente (para no reunirse al final de año y des-atrasar cuaderno con la excusa del cumpleaños del negro), tratar que los viajes no sólo se hagan por medio de la literatura, agregar más destinos en la lista de viaje, seguir leyendo (y quizás, hacerlo aún más), escribir (así sean dos líneas al día, pero robarle a la cotidianidad unas cuantas palabras). Y recordar que el origen y lo que uno es viaja en el corazón, con uno, y no nos abandona.