
Un día un señor despierta con su cabello lleno de caspa. Y por más shampoo que se echa, y por más que se lava y se lava no logra solucionar su problema. Entonces decide usar un sombrero. Si ese hombre hubiera sido inteligente y hubiera imaginado un poco habría mirado una partícula de la caspa en un microscopio: se habría enterado de que un grupo de ovejas miniatura se mudó a su cabeza.
1 comentario:
Jajaja, era hora de inciar una granja!
Publicar un comentario