Desde el año pasado no me sentaba frente a la pantalla del computador para escribir unas palabras en mi espacio en internet. Las últimas semanas de diciembre estuve muy ocupado trabajando durante la Feria de Cali, uno de los eventos de mi ciudad más importante, un espacio donde todos salen a las calles a divertirse, a gozar de todo un show que se prepara para esa semana. Para mí lo mejor es que en esta ocasión la Feria la viví como comunicador, como periodista, desde mi profesión, lo que me gusta porque amplia muchas de las visiones y conocimientos del mundo que quiero tener. Fuí a un concierto a trabajar y mientras todos bailaban al ritmo de las orquestas salseras más reconocidas, yo hacía entrevistas y bueno... no sé... uno hace siempre entrevistas y notas en el trabajo... pero pues, supongo que quiero empaparme de muchas cosas.
Quizás sea tarde para hacer un balance de año. Digamos que hoy soy una persona más madura de lo que fuí hace 365 días atrás. Estos meses me dediqué a conocer más del mundo, a dejar que las cosas fluyeran por sí solas, a trabajar por mí, por mi bienestar, por ampliar mis conocimientos. Eso motivó muchas de las acciones del año pasado, ese deseo de comerme el mundo a mordiscos, de tragarlo, de digerirlo, de incorporarlo a mi y ampliar mi visión de él.
Para los siguientes once meses que quedan del 2009 seguiré con esa motivación, dejando que las cosas vayan fluyendo, aprendiendo de ellas, ayudandole a otros a aprender, a trabajar, pensar en otras ideas, en nuevas cosas para decir, nuevas maneras para decirlo, y no sé, dejar que el camino me sorprenda.