lunes, 30 de marzo de 2009

Margarita's phrases

Ahorita necesitas besos del corazoncito...
de esos que son calditos de pollo pal alma
Porque hace mucho dijo alguien esa frase, porque hoy es un buen día, porque se puede, porque es la forma de decir que eres importante y que llevo en la memoria lo que decís...

Comics


A veces es bueno dejar salir las palabras, así estas no quieran salir. A veces es bueno abrirles la puerta para que escapen, para que vayan a otros oídos, a otros labios, a otros ojos, y viajen, circulen...

Creo que de haber sido más osado me hubiera dedicado a una profesión aún más artística. Si hubiera seguido dibujando quizás sería hoy un dibujante de cómics en un país donde no se publican cómics, salvo las tiras que salen en los diarios, a blanco y negro, hechas por extranjeros y que terminan siendo las mismas que hemos leído desde niños, Condorito, Tarzán, Mandrake el mago, Calvin y Hobbes, entre otros, sin darle espacio a nuevos talentos, por así decirlo. Y obvio, claro está, la caricatura política pero pues... eso no es lo mío. Ahora me conformo con leer cómics por internet, descargarlos y guardarlos en dvd. Ya llevo 2 llenos, voy a empezar el 3 con la colección de los libros de Tintin y Asterix.

jueves, 26 de marzo de 2009

Dolores del alma


Porque hay días en los que simplemente no basta con tan sólo levantarse de la cama y echarse a andar...
Porque hay días en que sí, en que bla y ble, en que la moneda cae por el lado de la soledad...

miércoles, 25 de marzo de 2009

La nena del bus

En la última semana he visto a una nena muy linda mientras voy camino al trabajo. Aunque decir última semana es mucho, tan sólo llevo viéndola dos días. Pudo haberse subido antes en el mismo bus que yo, pero ayer vine a notarla, quizás porque ahora salgo 15 minutos más tarde de lo acostumbrado o porque ayer nuestras miradas se cruzaron.

Por lo general voy escuchando música en mi iPod mirando por la ventanilla, mientras pienso en los dilemas que surgen a diario o, como suelo hacer desde que estaba muy niño, con la mirada pérdida en el asfalto dejo que mi imaginación use sus alas. El caso es que ayer, por X o Y motivo, vaya uno a saber por cuál razón del destino, levanté mi mirada y noté que me miraba fijamente. Pocos segundos bastaron para que esa nena (porque es joven, creo que no tiene más de 20 años) se llevara toda mi atención. En varias oportunidades nuestras miradas se encontraron, breves instantes. Lastimosamente se bajó antes que yo, guardaba la esperanza que las casualidades de las comedias románticas hubieran permitido que nos bajáramos en el mismo lugar, darle la mano y comenzar una charla corta, quizás un cuidate, quizás "este es mi número de celular".

Hoy volvió a subirse. Llevaba el mismo abrigo color violeta que traía puesto ayer, el mismo maletín rosado y sucio, los mismos ojos expresivos y alegres, el mismo cabello negro, los mismos dientes blancos que se asoman cuando sus labios sonríen. Yo venía sentado, ella de pie entre la gente. Esta vez se hizo cerca del puesto donde me encontraba, en un par de ocasiones nuestras miradas se encontraron de nuevo, quizás hubiera pasado algo más de ahí pero mi timidez me lo impidió, no fui capaz de decir algo, de darle mi puesto, de pedirle el maletín para cargarlo por ella, nada, silencio absoluto. Ella volvió a bajarse antes de tiempo y mi falta de valor me impidió saber al menos como se llamaba

miércoles, 11 de marzo de 2009

En el momento de la creación


Un día, en el génesis de los tiempos, el Dios de otro universo paralelo se sentó a mirar el futuro antes de separar la luz de la oscuridad y crear con sus palabras las cosas.

Y vio como crearía un planeta lleno de animales y maravillas, hermosos paisajes, un paraíso para la obra cúspide de su creación, el hombre, al que luego (en la primer cirugía de transplante de órganos) le sacaría una costilla para que naciera su compañera, la mujer. Y además vio como ellos lo desobedecerían por culpa de una serpiente y por eso tendrían que dejar el Edén para ir a pasar penurias por ahí.

Entonces fueron apareciendo imágenes de manera frenética: Caín y Abel, los egipcios y el éxodo, los dioses paganos, los reyes crueles; la Edad Media y todas las muertes que en Su nombre se llevarían a cabo; el Renacimiento y con él el posicionamiento del ser humano en el centro del universo; la Revolución Industrial, la Primera y la Segunda Guerra, Mayo del 68; Marilyn Monroe; el fusilamiento de las ideas y de los librepensadores; la muerte de Dios (Su muerte) gracias a ese cuentico del libre albedrío, la doble moral; la radiación solar, el derretimiento de los cascos polares, el agujero de la capa de ozono, la contaminación de los ríos, especies en vía de extinción (Él era una de ellas); guerras entre países hermanos; la cocaína, la muerte por sobredosis, religiones insulsas; enfermedades extrañas, virus nuevos, vacas locas, el abrazo del pato, la gripe aviar; la farandulización de los conflictos; minas quiebra-patas; la violación de niños, Michael Jackson, Luis Alfredo Garavito y cuanto loco pudiera vivir en ese planeta (incluyendo los extremistas islámicos y uno que otro presidente de alguna república de por allí).

Y vio Dios que nada de esto era bueno, prefirió mejor no crear nada y seguir caminando tranquilo y sin preocupaciones sobre las aguas.

viernes, 6 de marzo de 2009

La Casa a Solas


Apenas se sintieron solos subieron corriendo a la habitación de ella. Hacía varios días en que no estaban juntos y ya se deseaban con ansía. Antes de cerrar la puerta él le preguntó:

- ¿Segura que se demoran?

Y ella, evitando las respuestas, lo besó con pasión en los labios mientras tomaba entre sus manos el cabello del joven que tenía enfrente, lo agarraba, lo besaba. Con el desespero de un par de amantes que no se ven durante años, ella tocaba cada parte de su cuerpo mientras él le acariciaba la espalda como le gusta. Pero por un leve instante ella apartó sus labios, vaciló un momento.

- Esto está mal. Vos lo sabés…
- ¿Tú crees que es momento para remordimientos? Eso nunca te ha importado.

Bastó ese argumento para que reviviera el deseo que por segundos se había espantado. Se besaron de nuevo, dando tumbos entre las cosas de aquel cuarto fueron buscando la cama. Por el camino se quitaron la camisa, la blusa, se desabrocharon los pantalones y se los bajaron. Al caer en el colchón, un leve susto, un “¿Te golpeaste? ¿Te hiciste daño?”, pero no, no importa, nada de eso interesa, el caso es que alguien puede llegar en cualquier momento e interrumpirles su instante de amor. En medio de las caricias y de la tentación, ella abrió el cajón de la mesa de noche, buscó un condón y se lo pasó.

- Hazlo ya, no me aguanto más.

Con cuidado abrió el empaque, se puso el condón y embistió a la muchacha. La intensidad de los besos aumentó, se cogían del pelo, del cuello, del pecho, las nalgas, las piernas. Él se sacudía con ímpetu y ella, con los ojos cerrados, no dejaba de jadear como suele hacerlo cuando está a su lado, como suele hacerlo cuando está con él porque sólo él sabe hacérselo. Cada vez más aumentaban el ritmo, el cuarto a oscuras, algunas estrellas en el cielo, un olor a sudor tibio en el recinto y de repente sus uñas se entierran en la espalda, un quejido dulce y placentero, un suspiro que se prolongaba, y un par de cuerpos que se quedan tendidos en la cama.

Aún semidesnudos él la acaricia delicadamente mientras le da besitos en las mejillas. Ella se gira, lo abraza.

- Ayer escuché como lo estabas haciendo con ella…
- Sí… lo siento… pero pues… te vi cuando el otro te estaba metiendo mano debajo de la mesa esa vez.
- Le he dicho que no lo haga. Me molesta.
- Y por cierto… te vi haciéndole sexo oral esa noche que se fue tarde.
- ¿Acaso tú vives vigilándome todo el tiempo? Tú también estás con esa, sus chillidos me hacen imaginar lo que le estarás haciendo…

Él, con el dedo índice en los labios de ella, le dice que guarde silencio. Y la besa delicadamente. Y la muchacha, aún en sus brazos, dice:

- Tú sabes que a pesar de que yo esté con otros hombres yo siempre te voy a querer…
- Y tú sabes que pueden haber otras en mi vida. Pero yo a ti no te cambio nunca. No seas tontita.

Entonces, cinco minutos después, se levantan de la cama y se visten. Se acomodan la ropa.

- Dale rápido… que no demoran en regresar mis papás. Y mi novio está por llegar también.
- Yo también quedé de verme con mi novia hoy.

Y se besan de nuevo. Se miran a los ojos. Y como ya es costumbre varias veces a la semana el par de hermanos no se miran con la misma inocencia de siempre.