viernes, 24 de julio de 2015

"No, ella no te odia"



Entonces ese hombre que creía que alguien lo odiaba, supo, se enteró que esa mujer del pasado lo había perdonado y que lo recordaba sin rencor. Fue por tal motivo que tiró todo al aire y salió corriendo colina arriba, respirando libre, sonriendo. Es feliz.


Si quiere saber de qué hablo, vaya a esta entrada y lea. Concéntrese por favor en el penúltimo párrafo, eso es todo.

Decir "Me gustas"




Quizás para  mí una de las cosas más difíciles de la vida es poder decirle a una mujer que me gusta. 

Y no sé cómo hacerlo.

Sí, es también temor al rechazo, soy consciente de eso.

Porque cuando quiero decirlo, hay un niño que me toma de la mano y me dice que espere porque cuando él lo hizo se le rieron en la cara y que eso nos da miedo. Entonces, el adulto que soy ahora suspira y calla.

(Y el vacío está ahí y quien sabe si lanzarse sin pensar en más funcione. Existe una regla, la regla de los tres segundos, que dice que si vos no sos capaz de decir algo en menos de tres segundos pará y no digás nada, no la embarrés. Tenés que ser capaz de articular un par de frases en ese lapso de tres segundos)

Quizás solo sea tomar aire y sin pensarlo demasiado, decirlo para descongestionar el corazón, solo tomar aire y decirlo. 

Porque es decir "me gustas". No es pedir nada a cambio, es aprender a ser, a soltar, a no tener el control de las situaciones, a arriesgarse.

Por eso, es muy probable, tal vez, la próxima vez que la vea, saque fuerzas de algún rincón de alguna parte de algo, tal vez le pida energía al universo, o invoque internamente una genki-dama universal y me anime a decirle que cuando sonríe mi niño interior sonríe, que es placentero conversar un par de minutos con ella, que ría, que es linda, que me gustaría acostarme en el pasto en una noche y conocer sus constelaciones, su mapa de navegación estelar; decirle, sin mayores pretensiones, que simple y llanamente me gusta.

martes, 14 de julio de 2015

Lo que siento por ti es tan difícil



Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.
Lo que siento por ti. Esto que rueda 
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas 
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.
Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.
Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.

Idea Vilariño.