martes, 13 de mayo de 2014

Con temor a todo



La naturaleza de nosotros, los seres humanos, es contradictoria. Terminamos una relación y quedamos prevenidos ante el mundo, ante las excusas, ante el dolor, ante el sufrimiento, la tristeza, la desidia, la desazón. Y nos da miedo, vemos en los ojos del otro el dolor que alguien, en un pasado (cercano, mediano, lejano, eterno, no tan olvidado quizás) nos causó. Tememos embarcarnos entonces en una causa, en un viaje que nunca podremos conocer ni su rumbo ni su destino. Y el futuro podrá estar lleno de quizás y de varios tal vez, al igual que de peros, aunque, y si... pero igual tememos. Tememos porque nuestra vida está llena precisamente de eso, de futuro, de ansiedades. 

Aun así, ante ese panorama, igual seguimos. 

Porque lo importante no es haber caído, sino aprender a cometer otros errores, aprender que el otro es otro, no el mismo, no la anterior, no la de siempre, no el de antes, es otro, otro ser humano, con todo lo que eso significa, circunstancias diferentes, temores nuevos, traumas, certezas, sonrisas, instantes, todo diferente. Y si no fuera así no tendría sentido conocer a alguien, que te robe suspiros y momentos del día, que te haga sonreír por cosas, detalles; con la ansiedad de todo, con ganas de crear instantáneas, de robarle minutos al tiempo para esperar sentado, mientras el viento se te enreda en los cabellos y todo. Aún así seguimos, en esta incertidumbre de conocer al otro, sin nada de certezas, tan solo la esperanza, con temor a todo.

2 comentarios:

Isaja dijo...

jejejeje estamos conectados, tengo un post relacionado o parecido en mis borradores :)

Efímera dijo...

hermoso!!!! gracias mi di! te quero montones!!!