Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir... y al fin andar sin pensamiento... perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor que se escaparon con el viento... después ¿Qué importa el después?
viernes, 14 de febrero de 2014
Mi teoría de las ex
Ayer hacía una reflexión sobre los y las ex y la posibilidad de ser amigos. Decía también que no todos las ex son material para ser amigos y eso se debe al tipo de exnovia que uno tenga. Cada persona con la que uno ha tenido una relación de pareja (y limitemos la teoría solo a relaciones serias) se podría clasificar en una de cinco categorías.
1. La exnovia que no puede ser nombrada. Sí, una mujer que tal vez nos hizo sufrir mucho, que nos hizo comer harta de la que sabemos, que nos hizo vivir un tormento. Esa mujer con la que vivimos una relación sacada de una mala y perversa novela mexicana. Esa. La que no soportamos que no nos nombren, la que así hayamos olvidado, pues no, nada, ni el saludo, por las razones que sean.
2. La exnovia que aparece de cuando en cuando para darse un repaso. Típico, está veraneada, no levanta nada y quiere sus dos o tres horas de cariño pero que al final ni una invitación a un café ni un "yo te llamo", nada. Una repasadita a la lección para que no se nos olvide lo estudiado y adiós.
3. Contrario al tipo de exnovia anterior, está la ex que luego de un buen tiempo siente que las cosas pueden mejorar, que aún hay algo por ahí, que siente, que todavía tiene ganas de seguir. La exnovia con la que uno cangrejea.
4. La ex que ni fu ni fa. Un encuentro casual en la calle, en un centro comercial, en los pasillos de alguna entidad gubernamental, donde sea. Se saludan y ya, no se paran a conversar (o si conversan es más bien poco), no actualizan datos (nada de "dame tu nuevo número", ni de volver a ser amigos en facebook, ni seguirse en twitter, entre otros). Es solo una conocida más entre una larga lista de gente que uno conoce.
5. La ex de la que se puede ser amigo. Esta persona debe ser especial, debe haber sido muy significativa para la vida, tal vez de esas que en poco tiempo se hizo querer. Y bueno, que luego de terminar la relación, de decantar todo el rencor que pueda quedar, de dejar pasar algo de tiempo, uno admite que lejos de todo lo malo que pudieron vivir y que es un gran ser humano que vale la pena conservar al lado de uno, como amiga.
Esa es para mí la taxonomía de las exnovias. Si alguien que me lea (¿Alguien me lee?) tiene otra categoría para agregar bienvenida sea.
jueves, 13 de febrero de 2014
La palabra EXNOVIA
Y como es la costumbre en este blog, la imagen poco o nada tiene qué ver con la entrada. |
No entiendo por qué muchas mujeres huyen cuando uno dice "soy amigo de mi exnovia". Es como si se tuviera que odiar, por ley de la naturaleza, la ley de la selva, el hakuna matata de las relaciones, yo que sé, que esa persona con la que se vivieron muchos momentos pero que en la actualidad gracias, pero no gracias.
Tal vez nos hemos acostumbrado a que los exnovios y las exnovias solo nos sirven para ese "repaso" temporal en épocas de verano. Guiño, guiño.
¿Acaso será que es más fácil llevar una relación distante y ajena? ¿Acaso es por que hay temor en el fondo por no haber cerrado ciclos y toda esa cosa?
Ahora... no se puede ser amigo de cualquier ex. No. No todos los seres humanos, por un lado, creen en la posibilidad de crear una amistad luego de un noviazgo (no quiero aquí hablar de madurez sentimental y todo eso porque ni idea si eso sea así), y por el otro, no todos los ex son material para una amistad.
Yo soy amigo de un par de exnovias. Ellas son la muestra de que si se puede ser amigos, habiendo sido pareja en el pasado, y en la actualidad no tener ni el más mínimo deseo de buscar avivar un fuego reducido a cenizas.
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