Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir... y al fin andar sin pensamiento... perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor que se escaparon con el viento... después ¿Qué importa el después?
martes, 16 de julio de 2013
Una carta de amor desde un edificio en llamas
"El tercer paso -y ésta era su asignatura favorita- era redactar una carta de amor como si se la estuviera escribiendo desde un edificio en llamas. 'Este ejercicio nunca falla', aseguraba con lágrimas en los ojos".
Rodrigo Fresán, Apuntes para una teoría del escritor en La Velocidad de las cosas.
Creo que te estoy debiendo tu carta de amor, así, escrita desde un edificio en llamas, mientras yo estoy sin poder salir, atrapado en el décimo piso de una construcción a la que le falten pocos minutos para colapsar. O tal vez el edificio está en calma, no hay atisbo de incendio, el que está en llamas en su interior soy yo.
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