lunes, 9 de noviembre de 2009

Till death do us part

Este es el primer borrador de un cuento... es una idea que me ronda la cabeza y bueno... es mejor que las ideas sean libres, no?

Como todas las noches la señora de la casa está preparando la comida, después de varios minutos buscando en la alacena la pasta que en esta ocasión iba a preparar. Tras haber pasado toda la mañana quitando esa delgada capa de polvo sobre las porcelanas, las repisas, luego de haber ordenado los portaretratos, los cuadros; y haber limpiado la cocina estaba rendida.

Además le aburría el cercano regreso de su esposo, sentir su presencia en la casa, desordenando todo, comiendo como un cerdo, dejando regueros, discutiendo por el más mínimo argumento, sin considerarla ni darle las gracias por mantener limpia y ordenada la casa. Varias veces se había pensativa al ver esas historias (basadas en la vida real) donde las esposas mataban de manera lenta y silenciosa a sus parejas, un veneno sutil, una sustancia que no aparece en las autopsias, una planta exótica, y al final una sonrisa cínica.

Pero la vida real, al menos la de ella, está lejos de parecerse al drama de una mujer asesina y pensar en el divorcio es pensar en trámites, sufrimiento para los hijos, con suerte un buen reinicio. Mejor no arriesgarse a perderlo todo. Y por eso, mientras revolvía la pasta pensó que así no, tan sólo le quedaba esperar a que la vida de alguno de los dos llegara al final de su curso y bueno, quizás poder descansar un poco.

1 comentario:

oscar dijo...

Creo que esto no acabará bien para alguno de los dos... o los dos
El polo más frío